Experiencias tempranas y cableado neuronal
Hasta hace algunos cuantos años, los científicos sobre el desarrollo humano sostenían que un niño en el momento de nacer ya tenía estructurado su desarrollo cerebral y que básicamente éste estaba condicionado por la carga genética. Es decir, no se reconocía la importancia que tenían las experiencias tempranas y el medio ambiente en su desarrollo. Hoy en día se sabe que no es así, los primeros tres años de vida y en especial el primero, son los más importantes su futuro, en este tiempo se debe procurar dar la estimulación necesaria para un óptimo desarrollo. Veamos cómo ocurres esto. Cuando dos personas nacen, sus cerebros pueden considerarse “iguales” estructuralmente, sin embargo no funcionalmente. Se tienen los mismos elementos, pero aún no han crecido las prolongaciones neuronales (dendritas). Será el medio ambiente a través de la experiencia estable oportuna y adecuada la que lo “cableará” y lo hará funcional. Al nacer el cerebro tiene aproximadamente 100,000 millones de neuronas, es decir, toda una red neuronal. Todo este “cableado” se interconecta entre sí pasando el impulso nervioso de célula a célula, que es procesado en el soma para luego llevarlo al axón, el cual tiene la propiedad de crecer para poder llegar hasta su destino final “la célula blanco”, quien recibirá la información (que podrá ser motora, secretora o cogno-afectiva) a través de las dendritas, formando sinapsis. Las células nerviosas tienen la propiedad de reorganizar sus conexiones ya existentes y de modificar los mecanismos bioquímicos y fisiológicos implicados en la comunicación con otras células; es decir, en la sinapsis, lo cual repercutirá en el aprendizaje y la vida afectiva. Estos cambios se darán en periodos críticos del desarrollo donde deberá darse la estimulación para tener una mayor arborización de las dendritas y realizar mayores sinapsis, o por el contrario pasaran a un proceso natural de poda a los 10 años de edad. Esta comprobado que la eficiencia del funcionamiento de este “cableado” está influido por factores socio ambientales y económicos, es decir, si el niño o niña no recibe una adecuada nutrición, afecto y estimulación durante sus primeros años de vida podrá tener graves trastornos neurológicos, dificultades en el aprendizaje y trastornos en la vida adaptativa. El conocimiento de estas investigaciones es de suma importancia para padres, madres y todas las personas dedicadas a al cuidado de niños, puesto que si sabemos que el sistema nervioso sigue desarrollándose aún después de nacer, entonces, nuestras acciones deben estar encaminadas a brindar una óptima estimulación (afectiva y efectiva) en el momento adecuado, para que se mantenga y optimice la función y para que la maduración continúe más allá de cierto punto, lo que hará al sistema nervioso más eficiente con el tiempo.